Las manos tienen muchas formas diferentes, que debemos saber diferenciar para aconsejar a los clientes correcciones con efectos ópticos para mejorar la estructura de la mano, variando la largura, de las uñas, la forma y el maquillado. Las formas de las manos más habituales son:
Mano elemental: La palma está bastante desarrollada, gruesa, espesa y dura. Dedos rígidos y cortos. Las uñas cortas. El pulgar corto, recto, casi truncado. Por su forma, es la mano más corriente, vulgar; carece de delicadeza en sus movimientos.
Mano cuadrada: Es una mano eminentemente cuadrada, como su nombre indica. En su estructura más pura. Su tamaño es normal, a veces grande. Dedos cuadrados en las extremidades. Pulgar grande. Palma recia y firme.
Mano de espátula o necesaria: Quizá es la más curiosa, debido a la forma un tanto extraña de los extremos de las falangetas; la punta de los dedos ancha y la falangeta más estrecha. Son – para recordarlo mejor – un poco dedos de rana.
Mano cónica o artística: Se caracteriza esta mano por su forma agradable y armoniosa; generalmente, bien proporcionada. El pulgar es grande. La mano, de tamaño normal; aunque, generalmente, en ocasiones, puede ser más bien grande. Las falangetas, ni cuadradas ni puntiagudas; redondeadas. ..
Mano nudosa: Cabe destacar en ella la peculiaridad de los dedos: abultados en la unión de las falanges. Su tamaño es normal, más bien pequeño. Pulgar fuerte.
Mano psíquica o mística: Es la mano esencialmente más bella de los siete tipos que existen .
Mano mixta: Sus dedos son muy distintos entre sí, pues, en realidad, están mezclados de los diferentes tipos de mano que hemos ido analizando. El índice y el anular suelen ser cuadrados, mientras que el dedo medio y el meñique pueden ser puntiagudos; pulgar tirando a grande